lunes, 9 de febrero de 2009

VUELVO A CASA

Es ésta una expresión que, lanzada desde los labios de un soldado destinado en el frente o de ese hijo que regresa con el turrón y la Navidad, supone una absoluta felicidad.
Es ésta una expresión que, arrancada de los labios de quién en unos días debía recabar en Londres como escala al otoño en Nueva York, supone una absoluta desdicha.

Iba a decir que nos han venido malas cartas, pero creo que llevamos varias manos apostando sin que nos hayan repartido ninguna.

El mundo ha tenido la excentricidad de pillar una crisis y el edificio que alberga nuestro despacho una aluminosis. La crisis repela los huesos del negocio y el edificio amenaza con venirse abajo de no ser alimentado con obscenas cantidades de dinero. Todo un poema al mal gusto.

El año de las mil aventuras va a ser el año de las mil incertidumbres. Pero así es la vida: una concatenación de putadas cuyo interludio debes disfrutar como si te fuera la vida en ello. Y sí, eso es algo que hemos sabido hacer y, so pena de que se me acuse de autobombo, además muy bien.

Echaré de menos una ciudad donde la sonrisa es una marca de nacimiento, la amabilidad y la paciencia estigmas surgidos a corta edad y tocar el claxon de muy mala educación; echaré de menos esos paseos por Frederiksplein repletos de vehementes reflexiones con el cacofónico bramar del síndico de borrachos al fondo; echaré de menos tener como única preocupación el encontrar la inspiración entre la barahúnda de gritos y ladridos, respectivamente, de La García y Olivia; también los cafés marrones y esa esquina de Prinsengracht desde la que se ve la fachada del Rijksmuseum; echaré de menos la paz ―dentro y fuera―, la banda sonora de la paz ―esa anciana que toca el piano saboreando una copa de vino, el gerente de un taller de bicicletas tocando el saxo, la música que brota por las ventanas de una casa-barco…― y las aceras sinuosas alfombradas con verdín; echaré de menos el ver un avión cruzando el cielo y no preguntarme adónde va… Echaré mucho de menos los cuarenta y pocos metros cuadrados de esa casa en Utrechtsedwarsstraat y hasta sus endiabladas escaleras.

Pero no nos pongamos patibularios. Una derrota no es haber perdido la guerra, un árbol cruzado en el camino no es el final del viaje y un punto y aparte no es un punto final.
García… siempre nos quedará Ámsterdam.

Instantánea: Iba a poner una fotografía de los Llabrés & García celebrando la llegada del 2009 con la felicidad esencial dibujada en sus caras pero me ha parecido un innecesario tirar sal a la herida. Por el contrario, os dejo con mi plaza predilecta de este Dam que ya es casi un recuerdo: la plaza de Spui (y su golfillo). El lugar desde el que los provos cambiaron ―a golpe de subversión, provocación y humor― el alma de Ámsterdam a mediados de los 60. Así, recargado con el espíritu de los provos y con la sabiduría que la distancia y la perspectiva han tenido a bien regalarme, vuelvo a casa.

14 comentarios:

Anónimo dijo...

animo chaval.Nada mas llegar, quedamos a comer.Yo invito

Dani Llabrés dijo...

Gracias, estimado. Y sí, acepto la invitación porque si tengo que invitar yo va a ser en la Beneficencia.

Anónimo dijo...

No merece la pena llorar por la leche derramada, puede producir mala idem y no reporta beneficio alguno.
Su misión no ha terminado ha cambiado de ambito geográfico, y cual Moises que baja del monte con las Tablas de la Ley, aqui le espera su pueblo elegido que andaba perdido sin su Pastor con los oidos y el animo presto a sus eneseñanzas.
Por cierto agradeceriamos sobremanera que las tablas de la ley que portara en su vuelta fueran lo mas similares posibles a alguna de las ginebras cuyas virtudes y exquisiteces ha tenido a bien relatarnos.

Post Scriptum: Sabe a quien nunca le falta el trabajo ni le afecta la crisis: Al enterrador.

David dijo...

Pues que la vuelta sea grata.

Dani Llabrés dijo...

Para Aristo:

Bien sabe, Hermano, que uno de nuestros axiomas es saber vivir de forma impecable en circunstáncias difíciles y, en consecuencia, soy sabedor de que revolcarse en la basura no es la forma más idónea de mantenerse limpio. No dude que el Ave Fénix será mi modelo y el regreso como el de César tras la Guerra de las Gálias.

Dani Llabrés dijo...

Para David:

Se intentará. Algo que el ver a familia y amigos seguro lo hará posible.

Un saludo, Hermano Maño.

Anónimo dijo...

Lo siento mucho.

De todas formas, te ha cundido sobremanera, ya estabas integradísimo (experto en ginebras, cliente de la lavandería...). Además, está muy cerquita.

Amsterdam Forever (no me abandona nunca la vena teenager... ays).

Anónimo dijo...

Son las 2:29 y no puedo parar de leer todas tus entradas y comentarios. Tengo lo mejor del mundo: al autor de este Blog.
Te amo, amol.

Anónimo dijo...

Hola Dani, soy Sonia, la prima de Laura... ánimo a los 2 y a esperar con fuerza que vengan tiempos mejores..., mientras a disfrutar de los tuyos y a recordar lo que habeis podido vivir, que otros no...jejeje. Un besin para los 2.

EZE dijo...

Bueno...al menos has disfrutado unos dias de placentera vaguedad!!, eso ya no te lo quita nadie amigo...ahora toca otro momento y lo importante es afrontarlo con fuerzas y ganas!

Abrazos.

Dani Llabrés dijo...

Para doña Nadia:

Le acompaño en el sentimiento y le agradezco los ánimos. Mira que había multitud de cosas que no le iba a perdonar a Bush pero esto de las hipotecas basura y montar una crisis mundial para joderme el año sabático creo que ya ha sido demasiado.

Saludos y nos vemos en breve.

Dani Llabrés dijo...

Para La García:

Por supuesto. Soy todo tuyo en propiedad privativa, vitalicia y libre de inquilinos que no de cargas. No te desesperes que, a falta de abrir las aguas del Mar Rojo y ahogar a los egipcios, ya estoy llegando (no a Tierra Santa que es de donde vengo pero si) a casa.

Dani Llabrés dijo...

Para la prima Sonia:

Gracias querida por los ánimos y no dudes por un segundo que, aunque sea a bofetadas, nos quitaremos de encima a la crisis y a sus consecuencias. O de no ser efectivo con ese mal endémico la fuerza física aprenderemos a reirnos de ella.

Dani Llabrés dijo...

Para don Eze:

Sí, hermano, no pienso perder de vista el axioma del que me quiten lo bailao y afrontaré las inconveniencias vitales con una sonrisa y una broma gruesa.
Eso si, cambio el escenario pero me pienso seguir aferrando, mientras pueda, a mi categoría de liberto.